En un momento, Justin Bieber agarró un celular que fue arrojado al escenario y no encontró mejor cosa que meterlo dentro de sus pantalones, exactamente en sus genitales, y lo dejó por varios minutos.
Al final decidió arrojar el teléfono celular a la multitud dejando sin equipo a la verdadera dueña.
Como se sabe, el joven artista no ha tenido una conducta muy positiva, desde atropellar a un paparazzi hasta orinar en un tacho de basura de un restaurante. Así que no se sabe con qué cosas nuevas saldré el ídolo juvenil.
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